Y también Dios es redondo

Estoy leyendo ese libro, de Juan Villoro, Dios es redondo. Estupendo libro, casi sociológico, explora tradiciones, superticiones y anécdotas de la historia reciente - o relativamente reciente - del fútbol mundial, entre otras cosas.

En ese libro, el autor tira una frase que me puso los pelos de punta: "Chile deja el Mundial sin conocer la victoria; también deja los inolvidables goles de Salas y los más inolvidables que pudo haber echo Zamorano". (rememorando Francia 98).

Que par de mostros, que tiempos aquellos, en que la dupla mostraba poleras, metía goles hasta con el pensamiento, llenaban de ilusión y movilizaban a la Marea Roja por los Campos Eliseos. En que todo partido en el Nacional era una fiesta, en que Plaza Italia era un habitue en eliminatorias, en que Chile tuvo a la dupla goleadora, ese par de terroristas del área, ese par de insolentes... es las más notable que yo pueda recordar. Terrible!

Escuchar el himno, gritar el gol del Coto, dedicado a su fallecido padre, el cabezazo de Salas en que se llevo puesto a Nesta (que por arriba es una fiera)... que tiempos, y ahí lo tienen de nuevo... pelos de punta, emoción, nostalgía.

A los grandes, por los momentos que nos hicieron pasar... Gracias.

Dios es redondo, una obra de Juan Villoro. estudio la licenciatura en sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana, campusIztapalapa. También fue parte del taller de cuento impartido por el escritor guatemalteco Augusto Moterroso. Aficionado al rock condujo el programa radiofónico “El lado oscuro de la luna” (en referencia muy clara a The Dark Side of the Moon de Pink Floyd) en Radio Educación entre 1977 y 1981 cuando fue nombrado agregado cultural en la Embajada de México en Berlín.

Autor de otros títulos tales como "El disparo de argón", "Materia Dispuesta" y "El testigo", indaga en el fútbol con su libro que narra distintas situaciones del fútbol en escencia. Recomendable totalmente, de rápida lectura y sabrosos detalles.