En Avellaneda Kundió el pánico!

Era un partido especial, y no sólo porque se trataba de un clásico, sino por todos los condimentos que le metían sabor a este en especial: Cholo debutante en la banca de Racing, Independiente medio flojo en las ultimas fechas, y ambos con sed de venganza. Sí, los dos. La Academia por el baile que se comió en el apertura y los Diablos por perder en el torneo de verano, que por más que digan que es de verano, duele igual.

Racing salió con todo, a presionar a Independiente que sólo buscaba a su joya mediante pelotazos que hasta el momento eran controlados por la defensa rival. Los dirigidos por el Cholo atacaban con más ganas que ideas, más corazón que razón. Con un Villanueva muy movedizo y lleno de personalidad para encarar, Romero filoso y rápido y Ubeda empujando desde atrás. Aún así, no se crearon muchas oportunidades de gol en un primer tiempo bastante ordinario.

El segundo tiempo fue también un ir y venir de la pelota, que a esta altura debía tener un dolor de cabeza, hasta que apareció él. Toda la tarde, la tribuna y cada garganta estaba esperándolo. El Kun Agüero, ese chico distinto, que en dos jugadas acaparó toda la atención de la prensa, hinchada y compañeros. Qué si fue sorpresa, naaaa. Todos sabían que estaba ahí, la incógnita era saber en que momento se decidiría a terminar el partido... lo hizo promediando el segundo tiempo, y con una seguida de la otra: Disparo de media distancia, desparramo en el área grande. Y kundió el pánico en Avellaneda - el partido tuvo que ser suspendido - hasta le metió bailecito al ritmo de Los Leales - su banda favorita - y en el Cilindro, vaya descarado a los 17 años de edad, un moooostro!

Luego los hinchas de Racing no se la bancaron y decidieron suspender el partido... antes de eso, la ovación para Aguero que salió a minutos del final. Los jugadores de La Acade tuvieron incluso que esperar alrededor de 20 minutos para abandonar la cancha (no podían hacerlo entre medio de la lluvia de proyectiles) y en esa espera se les repetía en la memoria: un dos, un dos tres!... un dos, un dos tres! el pasito de Aguero que alegro a la mitad de Avellaneda...