comentarios de deportes, desde el punto de vista del hincha...

viernes, diciembre 23

Dicen que así se disfruta más...


No importando lo que pasara iba a ser una fiesta. Colores distintos pero una fiesta al final. En este caso se dió la justicia, y celebraron los Cruzados, que lo tenían muy merecido. Fueron sencillamente el mejor equipo del 2005 y además devolvieron algo de respeto a los equipos chilenos en el exterior. La fiesta fue de la UC, y no dejaron nada afuera, invitaron a la alegría, los nervios, la angustia, el deseo, la explosión y a todo un plantel que creyó en un juego dinámico, con una estructura muy clara y ordenada. Perdieron sólo un partido, esta segunda final, lo que forzó los penales y el resto... el resto es historia.

El Nacional era una caldera. Era el ambiente de los años 60, de los clásicos universitarios que eran una fiesta (y lo fue). Repleto. La tensión en el ambiente iba creciendo a medida que se acercaba el pitazo inicial de Selman (perro grande? cachorro?). Ajeno a toda polémica, dió inicio a un partidazo, que tuvo a un dueño por tiempo. En el primero, Católica hizo mejor las cosas y a los 6 minutos ya se encontraba en ventaja luego de una gran jugada de Osorio, que llegó a definir con un toque sutil, luego de una devolución milimétrica de Arrue. Explotaba la hinchada cruzada. Silencio y más frío que nunca en el Sur...

Pero en el segundo tiempo apareció esa U que todos conocen, la que la rema desde atrás, la que deja el corazón en la cancha, la que confía ciegamente en su referente, goleador e ídolo: José Marcelo. Que respondió con un golazo. Una definición esquinada imposible para Buljubasich. Un referente para un golazo.

Otro referente, otro golazo. Rivarola, que había desperdiciado un par de oportunidades (una clarísima, mérito del portero), entro al área, con un amague se sacó todo intento del defensa por detenerlo y definió a la esquina contraria. Así, con este resultado, el desenlace inevitable eran los penales.

Y así fue. Y patearon desde los 9.15 mt. Y en la UC se asomaban los fantasmas que lo hacián ser siempre el actor de reparto, del que todos se olvidan porque salió segundo. Pero se apropió del principal, del que todos hablan. Y Buljubasich se hizo grande al igual que en toda la temporada. Y Ponce lo falló, y se derrumbó, y terminó con las esperanzas azules.

Fiesta en la precordillera. Celebración en Santa Rosa de Las Condes. El pueblo cruzado festeja y muy merecidamente. Desahoga toda la tensión de lidiar con las criticas ya habituales. Se desprende de la presión de estar ahí en ambos frentes y quedar con las manos vacías, sin pan ni pedazo. Se quedaron con un pedazo de historia, con un pedazo de cielo que le da la novena estrella al equipo, y un lugar en el corazón de cada hincha que los siguió en este torneo. Al que se colgó del alambrado para abrazar a Conca - gran responsable del rendimiento de Católica - y a Buljubasich, el arquero de tantos minutos invicto; Al que se metió a la cancha a abrazar a Arrue; Al que prendió la bengala y canto hasta no dar más; Al que bancó a Pellicer, gran artifice del estilo de juego cruzado, que supo aguantar criticas y mantenerse en una línea futbolística. A todos ellos va dedicado el título, pero por sobre todo, se lo deben dedicar a ellos mismos, que supieron jugar contra todo y todos.

En la otra esquina, la U triste, abatida, decepcionada... pero digna. Dieron un espectáculo y eso implica que se pueden ir con la frente bien en alto, sabiendo que son un equipo grande en Chile. El dolor no se los quita nadie (perdieron el torneo y clasifico el archirival, otro grande en nuestro país) pero el esfuerzo y la entrega tampoco.

Católica es el justo y flamante campeón. Que brille la chapa de campeón y no la otra... la que le imponen antes de jugar...

2 Comments:

Blogger el 17 alento...

"Las casitas del barrio alto, todas hechas son resipol. Y las gentes de las casitas se sonrríen y se visitan"

Hoy más que nunca, las casitas del barrio alto están de fiesta, lástima que muchos tubieron que dejar sus casitas para celebrar en otro estadio, (situación a mejorar en la UC me parece) pero valió la pena...
Solo quiero destacar de la UC que fue un equipo que nunca perdió el rumbo, no se agrandó cuando sabía que nigun otro equipo del campeonato estaba jugando a su ritmo, auqnue pecó un poco de falta de grandeza para ganarle al "O REY" de américa. Los cruzados estubieron a punto de salir campeones invictos, estadística que muy pocos clubes pueden presumir (solo perdieron el partido de vuelta en la final). Especialmente mis felicitaciones no van para el jugador estrella, no van para el motorcito en la mitad, el jugador que creo deja pasado a potrero el micrófono del CDF cuando una vez más le nombran el jugador de la cancha, Conca. Quiero felicitar en esta ocasión especialmente a la dirigencia, si señor, muchos se olvidan de los de terno y corbata a la hora de ser campeones, pero hay que darles el mérito de ser unos dirigentes que apuestan por un "proyecto" y no unos accionistas corto plazistas que lo único que quieren es llenar las arcas y ser Nº1 en "wall street".

11:31 a.m.

 
Blogger Piduco alento...

Totalmente merecido el título. No tuvieron un juego tremendamente vistoso, pero sí fueron super efectivos y por sobre todo muy regulares, no sólo en el Clausura si no durante todo el año. Se lo merecía la UC, Pellicer, O´Ryan y el equipo que hizo méritos más que suficientes. Felicitaciones al campeón!

1:34 p.m.

 

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