Sao Paulo campeón intercontinental

Sufriendo, aguantando, resistiendo y con un arquero sencillamente en otro nivel, Sao Paulo ganó la Copa Intercontinental, perdón, el Mundial de Clubes. Una brillante idea de la FIFA por apuntar a la integración de los continentes en la competición deportiva. Una lata, porque ahora hay que esperar otros partidos más (que aportan ganancias al organismo) que hacen que la final intercontinental - con América y Europa obviamente - sea más tramitada.

Bueno, la cosa es que Sao Paulo de la mano del enorme Rogerio, el mismo que la clava en cada tiro libre, el mismo que te fusila el arco con los penales, el mismo que atajó todo cuanto estuvo a su alcance, y lo que no, lo ayudaron los palos. Ese tremendo que levantó la copa y la llave que lo acredita como el mejor del Mundial de Clubes. Sao Paulo justo campeón, digan lo que digan los de Liverpool, o Rafa Benitez. No pudieron vulnerar la concentrada defensa paulista, que funcionó como reloj, cosa extraña en un equipo brasilero que nunca acostumbran defender... pero así fue. A lo mejor no del gusto del espectador, pero campeón al final... y con justicia.

Para que el cuadro brasilero pudiera dar la vuelta, sólo le basto apretar el acelerador cuando fue necesario, y Fabao y Aloisio hicieron lo necesario para dejar a Mineiro mano a mano con Reina, y definió como los que saben, a lo brasilero.

Y a aguantar. Y a celebrar. Y a ampliar la paternidad de América sobre Europa. Y a bailar samba. Y todos sabemos lo tiesos que son los ingleses, así que la final era para Sao Paulo, que le metió pierna al partido, pero se hicieron capos en la samba para celebrar a lo grande.


Sao Paulo tricampeón mundial.