De amores y pasiones...

Cómo tratar de explicar de qué manera viven el fútbol en la Argentina. Cómo explicar tanta pasión. Estadios repletos a pesar de todo - inseguridad, crisis económicas, posición en la tabla, etc. - Cómo se puede explicar que clubes de tercera división tengan hinchadas considerables, y que apoyen al equipo en todas, y que sigan soñando con jugar en primera, enfrentar a Boca en la Bombonera o a River en el Monumental de Nuñez. Cómo?

No pretendo descifrar tamaño enigma. Sólo quiero acercarme a una respuesta relativamente lógica, y que es totalmente objetable debido a la subjetividad sobre la cual estoy solventando mi postulado. Creo tener alguna noción, y es en base a la observación pura. Nada más que eso.

El argentino nace entre medio del asado, la familia y el fútbol. Los primeros dos pueden faltar, pero el tercero ni hablar. De chiquitos (pibitos) que llevan a los hijos al estadio, y como cada club tiene sus ídolos, crecen escuchando las proezas que alguna vez realizaron, y crecen además en el ambiente del fútbol de la popular, donde un grupo de personas se une en torno a un sólo amor: la camiseta.

Y si es así como crecen, cómo no van a ser fanáticos. La camiseta es su polera (remera) preferida, tienen tatuajes del escudo del club, el banderín en la pieza, y un lienzo (trapo) que lo acompaña a todas las canchas. Además odian a muerte al archirival; Cada equipo tiene uno en particular: Boca - River, Racing - Independiente, San Lorenzo - Huracán, Newells - Rosario, Estudiantes - Gimnasia, etc. Y perder con el enemigo es lo más cercano a morir hasta el siguiente partido. Y ganar es lo más cercano al cielo. Todo en torno a 90 minutos, una vez a la semana, y aún así viven en torno a esos 90 minutos + descuentos.

Además de respirar fútbol desde que se nace, en que adoptan el club de los amores del abuelo del abuelo del papá, todos juegan en algún club. De barrio, provincia, y en el mejor de los casos, en los cadetes (inferiores) de un equipo profesional. Entonces, todos quieren ser futbolistas, ya los que son otra cosa, es porque no pudieron ser futbolistas, pero todos poseen ese sueño. Y nadie se los puede quitar. Es una locura. Es pasión, es amor. Es un hincha de Rosario llorando de emoción sólo por haber eliminado a "Ñuls" de la Sudamericana. Es posible entenderlo?. Explicarlo?.

Por otro lado esta el revuelo mediatico que despierte este deporte. Tienen programas antes, durante y después de cada partido. El resumen de la fecha, el análisis, los mejores goles, promedios, estadísticas, periodistas destacados, opiniones calificadas. Eso el domingo después de la fecha. El lunes, la otra mirada, el análisis más profundo y exhaustivo, y las notas distintas en cada cancha. Después ya empiezan a vivir la siguiente fecha, partidos destacados, declaraciones cruzadas, entre otros. Y se completa el ciclo. Tienen El Aguante, programa dedicado única y exclusivamente a las barras y las historias que ahí se desarrollan.

El argentino es apasionado, y el fútbol lo apasiona, por muy lógico que suene, no deja de ser una razón para entender de que estamos hablando. El tratar de explicar esto es complicado, ilusorio, ambicioso, por lo tanto tengo una teoría que recurre a la metáfora para ser enunciada, acá les va:

Se despiertan y se acuestan con el fútbol. Comen, viven y sueñan fútbol. Es una dependencia total. Una droga. Todo gira en torno a su equipo, es una relación. Si son así de apasionados, es porque los argentinos se casaron con el fútbol. Tienen peleas, se enojan, se reconcilian, se alegran... se aman. Es un matrimonio, después de todo, en qué otro vínculo podemos hablar de amores y pasiones?.