Es figura!

El Chapu Nocioni ha sabido ganarse - y ser - el corazón de los Bulls.

Desde que MJ dejara Chicago, las sonrisas han sido pocas. Casi ninguna. Luego de un tiempo de incertudumbre, de vagar sin rumbo fijo, lograron por fin armar un equipo capaz de dar la pelea, y ese equipo tiene un corazón enorme, su nombre: No-cio-ni! (como lo corea el estadio cada vez que el Chapu la rompe).

Hace poco escribimos un post con el tema de los PlayOffs de la NBA, y a varios les sorprendió que dentro de los pronósticos, pusieramos a Chicago como ganador ante Miami. A algunos les gusto, a otros les causo incredulidad y los más optimistas metieron un "ojalá se de... por Nocioni". La serie empezó favorable a los Heat, que rapidamente se pusieron dos a cero. Y vino la cargada del 17. Pero no está muerto quien pelea, y los Bulls ya empataron la serie de la mano de Andrés que definitvamente, la está rompiendo. Y vino la cargada de vuelta. Ahora la serie es incierta, bastante pareja y esperemos que se desnivele a favor de los de MJ, para que la gente pueda seguir sonriendo...

En el partido que igualo la serie en dos (93-87 para los Bulls) se escuchó en la cancha de Chicago - como hace tiempo no ocurría - el apellido de un jugador en varias oportunidades. Este jugador fue el goleador del partido con 24 puntos. Este jugador tuvo una asistencia, dos robos y tres pérdidas. Este jugador bajó 7 rebotes. Este jugador, declararía Scott Skiles, "es el corazón del equipo". Este jugador es Andrés Nocioni. El santafecino. El Chapu.

Debo reconocer que cuando lo vi jugar al comienzo, no le veía mucho futuro en la NBA, no convencía y muchas veces le faltaba personalidad en momentos claves. Su crecimiento ha sido exponencial, es un líder y cuando anda con confianza las pide todas. Es decir, se transformó en un jugador de la NBA con todas sus letras. Para alcanzar a Manu le falta mucho camino, pero de que está dando pasos gigantes, nadie lo puede negar. Esa humildad, esa garra que mete en cada partido hicieron que la gente de Chicago se encariñara con el jugador, y él - inteligente - les retribuye con actuaciones consagratorias, como la del sábado, cuando igualaron la serie ante el calor del Heat, para regalarnos una sorisa a los - arriesgados - creyentes, para sorprender a los tradicionales.

El Chapu... es un mooostro!