Este si que tiene sangre!

Villanueva, con sangre en la cara, marcó el del triunfo...

Este si que tiene sangre... en la cara y en las venas. Si a eso le sumamos un equipo que basa su juego en el temperamento, tenemos como resultado un triunfo ante el clásico rival, y en el minuto 91. Existe acaso algo más sabroso?

Racing tiene figuras de renombre, pero hoy en día no tienen joyas, como su rival que tiene quizás la más preciada en el torneo argentino. Por lo mismo se transforma en un equipo solidario, de esfuerzo, de sacrificio y de entrega. Así se llevaron el clásico, que además se presentó adverso en un comienzo con el gol de Independiente que anotó Lucas Biglia (el relojito del Rojo) para poner en ventaja a la mitad de Avellaneda. Pero la otra mitad reaccionó, y nueve minutos más tarde emparejaba las acciones merced de Claudio Fileppi, que capitalizó un rebote para nivelar las acciones. Luego, la cancha entera fue para los guapos y para la pierna fuerte. El talento? no apareció, es que Agüero estaba muy marcado... y fastidioso, tanto así que vio la roja luego de meterle un pisotón a Grabinsky.

El segundo tiempo, Racing jugó con la misma intensidad - con el cuchillo en los dientes titularía Olé - e Independiente se la devolvía. Y metía uno y metía el otro. Y que te pasa!. Y la put...!. Caliente, caliente. Pero dentro de la calentura propia del clásico, estaba el sentimiento de la Acade, que ardía por dentro luego del 4 - 0, y luego del baile, y luego del paseo que le metió Agüero al pobre de Crosa. Racing no olvidaba, no. El sentimiento de venganza subia por el cuerpo de todo el equipo y fue el chileno, el nuestro, el que corre, el que mete, el que no da pelota por perdida... fue Villanueva quien anotó el del triunfo. Y cada vez se mete más en el corazón albicecleste, y cada vez se afirma más en el fútbol trasandino, lo que le sirve a la Academia y a la Roja, pensando en el próximo proyecto.

Villanueva - que obtuvo nota 8 en Olé por su actuación - es chileno, y el chileno tiene sangre...