Las penas de Fútbol...

Se pasan con clásicos...

La UC que venía de quedar eliminada de la Libertadores en el último minuto, tenía el ánimo por el suelo. Una clasificación casi segura, una campaña más que buena, un trabajo serio, todo se fue por la borda en el último minuto. Doloroso.

Durante la semana se habló de la Católica como un elenco alicaído, desganado, desmoralizado. Los medios los dieron casi como perdedores, debido a su frágil momento emocional y al potencial ofensivo que había mostrado Colo-Colo, esto acompañado de un buen funcionamiento, principalmente de sus figuras: Fernández, Valdivia y Suazo.

El ambiente de clásico se vivía en ambas tribunas, el Monumental se llenaba de color para recibir una nueva edición de esta antigua rivalidad. Los Albos que buscaban retener el liderato - compartido con Huachipato - y la UC que quería borrar todo recuerdo que la hacía sufrir. Así salían al pasto, con una mochila llena de distintas sensaciones cada equipo, pero con un objetivo claro: Ganar.

Esas ganas, esa ansiedad, ese deseo se transformó en... nada. Un primer tiempo para el olvido. Sólo algunos chispazos del Mati, que tiró un lujo como para levantar al equipo y sacarlo de la modorra en que se habían inmerso. Levantó al público, pero el encuentro seguía trancado. Raspa que raspa, los guapos se adueñaban del encuentro. Tiro libre del Mati: Tibio. Jugada de Suazo: suave a las manos de Buljuvacich. Cabezazo del Nacho: ataja Bravo. Tiro libre de Valdivia: Cerca. Y ahí vino el despertar, la polémica. Selman una vez más protagonista.

Valdivia se ganá la amarilla por protestar un foul inexistente. Cruza toda la cancha para hablarle a una cámara: "Selman me amenazó, me dijo que me iba a echar. Me va a expulsar, acuerdense!". El fútbol continuó, pero la jugada siguiente, el cuarto arbitro llama a Selman, le hace saber la acción del Mago y pum! La otra amarilla y lo rajó. 25 minutos y los albos con un jugador menos, pero no un simple jugador, el cerebro detrás del Cacique.

Católica no aprovecho el hombre de más. Sólo rotaba el balón sin profundidad. Así perdió una pelota y Chupete se encargó de generar un - ingenuo - penal de Inboden. Fierro, 12 pasos, Buljuvacich. El arquero se hizo tremendo. Atajadón, figura. Momento clave antes de ir al descanso.

El segundo tiempo suponía a Católica saliendo al ataque. Las pelotas! los Albos en cinco minutos se ponen dos cero arriba. El primero, gracias a un tropezón ridículo de Zenteno, Suazo que entra sólo y marca el primero. El segundo, contragolpe letal. Bravo corta un centro, por el medio para el Mati pase perfecto a Suazo... Golazo. La familia alba celebraba un triunfo en la adversidad.

Pero los Cruzados reaccionaron, los cambios de Pellicer - un acertado Pellicer - funcionaron y empezaron a levantar un partido complicado. El primer descuento fue de Rubio, luego de rebote en el área. Empezaban a creer. El segundo, centro de Arrué y el Polo que gana de alto. Vamos que se puede. El tercero, Pérez para el Pajarito, tiro cruzado y goooool. Camiseta revoleada al viento, alegría cruzada, fiesta para los que estuvieron agonizando.

Colo-Colo intentó una reacción, pero las ideas no acompañaron y el cansancio del Mati terminó por sentenciar la muy buena - y merecida - victoria cruzada. Todos los fantasmas, y pechofrío y cagón, desaparecieron para la UC. Gran victoria, pudieron sobreponerse a ese fatídico último minuto.