Un paréntesis para el Campeón!

Miami dió vuelta la serie y levantó el trofeo!

Un paréntesis dentro de esta atmósfera mundialera para hablar de la fantástica NBA y su flamante campeón: el Heat de Miami, que de la mano del intratable Dwayne Wade pudo dar vuelta una desventaja de dos a cero contra los Mavericks, y ganando los cuatro siguientes, pudieron gritar - con toda justicia - que son los campeones!

Es un campeonato lleno de emotividad, el primero para "el calor", que además se inscribió como el tercer equipo en dar vuelta una serie con desventaja de 2 (antes los Celtics y los Trail Blazers) y por sobre todas las cosas, encontraron a un Wade que junto a su recuperación física, encontró la forma deportiva y sumó para su equipo una cantidad de puntos tal, que le permitió incluso elevarse como el gran MVP de la final.

En el sexto partido, Dwayne anotó 36 puntos (promedio 34,7) y fue el goleador del encuentro, seguido del alemán Nowitzki, que definitivamente no pudo sólo. Anotó 29 y bajo 15 rebotes. Pero independiente de los números, lo que más impresiona es esa desfachatez con la que juega este chico, lo insolente que es, y lo que encanta a la afición. Ni tan carismatico, ni tan desagradable. Ni tan potente, ni tan de ensueño. Una pieza de equilibrio que le mete balance a un grupo humano que entendió que el liderato iba por este camino (y no por la fuerza bruta del gigante comehamburguesas). Y lo entendió a tiempo, mérito para Pat Riley, que no por nada ya tenía 4 anillos a su haber, y pudo revertir una situación adversa.

Para sumar emotividad al titulo conseguido, hubo tres personas que lo disfrutaron en un plano más profundo, los veteranos Gary Payton, Alonzo Mourning y Antoine Walker que ya se parecían a Gollum de la ansiedad que sentían por el anillo, siempre rozando la gloria, pero nunca abrazándola... esta vez sí, era verdad. Para Mourning - y sus muy justificadas lágrimas - vino el recuerdo de su transplante de riñón, y su ausencia de las canchas y su retorno y su inminente retiro... demasiadas cosas en una sóla noche.

Una estrella para un equipo que se mostró sólido durante la mayor parte de la temporada, que juega con corazón y mete como loco. Un equipazo hay que decirlo, además salieron campeones teniendo a Shaq en cancha, entonces es más mérito aún, porque semejante rústico hace que el basket pierda magia.

El Heat flameante, flamante - y debutante - Campeón de la NBA.