Toro Bravo!

Y vaya manera de cerrar la temporada! Un partido, electrizante, terrible, idas y vueltas de dos equipos enfrentados por las circunstancias, igualados en las ansias de ganar... primera estaba en el horizonte, tan cercana a momentos, tan lejana en el trámite... como ese pitazo final, que llegó, por fin llegó, y fue para el equipo, que a mi entender, se lo merecía desde la llave anterior (Sin desmerecer al Tomba ni a Belgrano), Nueva Chicago, los de Mataderos, El Torito.
En el partido de ida, Chicago había sacado ventajas con un 3-1 con ribetes de hazaña. El de vuelta fue para ponerlo en un marco y no olvidarlo jamás. Ambas escuadras brindaron un espectáculo de principio a fin, con todos los ingredientes de un encuentro épico. Afortunados los que pudimos ver la serie completa. Fue realmente fútbol de barrio, donde literalmente, cuando no se pudo con fútbol - ni físico - se metió lo otro. Y el Toro es bravo! estuvo medio muerto, pero se levantó, y metió huevos... y le dió la razón al relator "Nunca den a Chicago por muerto"... Imposible papá! Imposible!.
En el tiempo reglamentario, Belgrano fue superior y por lo mismo llevó el encuentro al tiempo extra gracias a su triunfo por dos a cero. Bue... Chicago tiene huevos, pero Belgrano no se queda atrás ya que a pesar de sufrir la expulsión de Turús fue al frente y consiguió igualar la serie global. El primer gol fue de Campodónico, de penal - recordemos que Vega le había atajado uno claaave en la serie anterior - pero ahora lo anotó no tuvo a Vega al frente, que se fue expulsado por la ley del último recurso. Bustos anotó el dos a cero y el alargue.
Las hinchadas ya ni alentaban, era sólo un murmullo lleno de nervios, expulsado Noce por doble amarilla, y a pesar de eso vino la exploción de la hinchada de Belgrano con el gol de Campodónico, otra vez de los doce pasos... y ya se veían jugando los domingos. Pero Chicago quizo y pudo. Centro del virtuoso Carranza y Wernly que llegó a meter un cabezazo divino, salvador, revitalizador. Todo de cero. 4 a 4 estaba el global.
En el segundo suplementario, jugada de Carranza - una vez más - da en el palo y Simón que la empuja para el gol que los estaba llevando a primera. Y luego el del ascenso, el premio para el jugador más importante del partido: Pellerano. Simón desborda y se la da atrás a Pellerano que la para y mete el último gol en la B nacional para el Torito. Fiesta, pasión desbordada, lágrimas y festejos. Por el otro lado, lágrimas, bronca... pero dignidad, mucha dignidad porque cayeron de pie, con la frente en alto y con la satisfacción - si es que sirve de consuelo - de haber brindado una serie sencillamente inolvidable.
El Toro es Bravo y ahora jugará los domingos, muy merecidamente, hay que decirlo, Chicago es de Primera.
Cabe señalar como muy positiva la actitud de la hinchada de Belgrano, que reconoció a Chicago como justo ganador, y sobre todo, al fútbol, porque el espectáculo brindado, a pesar de la tristeza que genera la derrota, fue despedido con aplausos, a sus jugadores que se brindaron enteros y aplausos y la posibilidad de festejar para Chicago. De caballeros, digno de destacar.
El miércoles Belgrano enfrentará a Olimpo por la promoción, mientras que Huracán que se quedó con el reducido, enfrentará a Argentinos en la otra serie.